martes, 22 de marzo de 2011

Sostenibilidad y compostadores

La sostenibilidad es un concepto que ha sido introducido recientemente, pero que a pesar de que muchos de nosotros no conocemos en qué consiste o qué es,  seguro que  hemos llevado a cabo alguna vez en la vida.

Y es que cada vez que nos proponemos ir andando, en bicicleta o en transporte público a alguna parte,  que caminamos 5 metros más para tirar un trozo de papel al contenedor azul o cerramos el grifo cuando nos lavamos los dientes estamos llevando a actividades sostenibles.

Otra actividad que se ha llevado a cabo desde siempre es el compostaje doméstico, una acción que permite reciclar los restos de comida y de jardín que generamos en casa y que evita que estos restos tengan que ser transportados, seleccionados, tratados en planta y una vez obtenido el compost final, guardado en bolsas y transportado de nuevo hasta su punto de venta y consumo.

De hecho, la diferencia entre tratar los restos orgánicos en casa y tratarlos industrialmente supone una disminución de hasta 5 veces más emisión de gases de efecto invernadero, mostrándose claramente como el compostaje doméstico es la opción menos contaminante entre todas las opciones de tratamiento de la materia orgánica.

Además de evitar todo este proceso de transformación, el compostaje doméstico permite que los restos orgánicos que producimos no lleguen nunca a ser residuos, ya que no salen de nuestros hogares y, en consecuencia, no deben ser tratados externamente. De esta manera, estaremos contribuyendo no sólo a la sostenibilidad, sino también al concepto de residuo 0, que es la nueva tendencia por la que se apuesta en toda Europa y que será la característica que deberá cumplir cualquier producto que se utilice a partir de ahora.

Y es que, en efecto, si tenemos sistemas con los que son fáciles, baratos y no contaminantes tratar los residuos o incluso prevenirlos,  ¿cuál es la razón por la que debemos seguir utilizando aquellas técnicas que suponen un gasto superior de todo el dinero, energía y tiempo que gastaríamos con métodos más baratos?

Todos juntos hemos de contribuir al cambio, y la mejor manera es empezar tratando los residuos que generamos en casa y haciendo compras sostenibles de productos que no sólo aseguren un residuo 0 al final de su vida útil, sino que también sirvan para reciclar o contribuir a la reducción de los residuos.

Compostar es, pues, un claro ejemplo de la sostenibilidad y del residuo 0.

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